domingo, 23 de marzo de 2008

SUEÑOS ROTOS



Erase una vez en un lugar lejado, muy lejano a su reino, una princesa perdida en la multitud de una gran ciudad, sola hasta que un dia conocio a un principe con corazon de oro que con una sonrisa consiguio que la princesa comenzara a soñar y olvidara que pertenecia a otro reino, vivieron momentos de amor y soñaron juntos con construir un lugar donde los dos pudieran vivir su vida juntos. Pero el tiempo paso y la princesa tubo que regresar a su reino, dejando a tras a su principe y a sus sueños. El principe con corazon de oro, solo sin su princesa sin encontrarle sentido a nada, invadido por los miedos a lo desconocido, cayo en el silencio. La princesa soñaba en la lejania como en los cuentos de hadas soño que quizas el apareciera en su caballo blanco en su busqueda y espero....espero..... espero con sus sueños fabricados, sueños con final feliz como siempre habian imaginado los dos.Pero el principe enfermo en el silencio y la princesa desesperada en la lejania recordando cada momento vivido y sentido, no soporto la distancia y corrio hacia el, necesitaba mirarlo a los ojos y comprobar que sus sueños no estaban rotos, que solo los duendes malos eran los culpables de sus miedos y inseguridades y cuando estubo frente a èl sintio que no era princesa de ese cuento, que el silencio era la unica respuesta a su sueño. El cuento ya estaba escrito y terminaba con su marcha a su reino, intento construir los sueños rotos, escribir un final feliz pero regreso sola como en el final del cuento porque ese era el final marcado por el destino y aun haciendo el recorrido en la eternidad la princesa siempre regresaba sola despues de ver a su principe en el silencio. La moraleja debe estar en dejar siempre que el destino sea quien escriba el final de los cuentos. Nos gustaria escribir los finales nosotros, seguro que siempre iban a ser lindos pero al destino no se le dirige ya esta escrito antes de ser nosotros protagonistas de nada. Y los sueños rotos solo se reconstruyen con sueños nuevos que el tiempo es quien te los ofrecera siempre. Pobre princesa y pobre principe y pobre el cuento que se perdio vivir un final feliz, y todo quedo en sueños rotos.

Pero el destino es quien tiene su ultima palabra y si el principe y la princesa tienen que encontrarse de nuevo en algun momento de sus vidas, se encontraran y no arreglan sueños rotos del pasado sino fabricaran sueños nuevos de futuro.